domingo, 30 de enero de 2011

Granada 3-0 Betis. Al final ha resuelto que la Copa si dejó resaca


El primer partido de fútbol que vi en un campo de primera división, lo presencié en Granada; en el viejo Los Cármenes de la carretera de Madrid, junto al Clínico y la cárcel; cerca de la Plaza de Toros y de la Facultad de Medicina. Era el que más cerca tenía pues vivía en un pueblo a cincuenta kilómetros de Granada; allí, adolescente, me llevaron mi padre y unos tíos, junto a mi hermano. Delantera de general; tercera fila; a cuatro metros de la banda. Un sueño. Fue en febrero de 1970; un Granada 0 (con Ñito, Barrios, Vicente, Porta, Machicha, Fernández, Lorenzo) Valencia 1 (con Abelardo, el ex bético Antón, Claramunt, Guillot, un jovencísimo y reciente triunfador como internacional ante Alemania Sol). Lorenzo le puso el ojo morado a Sol; el público granadino rugía; era agresivo y gritón.

Pues eso, fue nada comparado con el público que llenaba el viejo Los Cármenes, la última que estuve allí; noviembre de 1974; salí de un examen un sábado y cogí el tren Sevilla-Granda para ver al Real Madrid (con García Remón, Netzer, Pirri, Rubiñán, Camacho, Santillana) que viajaba a Granada por primera vez desde que Fernández había sido sancionado con un montón de partidos por destrozarle la pierna a Amancio. Detrás de la portería con mi primo; mi tío otra vez de anfitrión ¡Que broncas! No hay palabras para describir la actitud del público granadino. Terrible. Nunca he visto algo igual en un campo. Los pelos se me ponían de punta. No es metáfora; es la verdad; se me levantaban con los silbidos de los que tenía detrás, cada vez que el Madrid cogía el balón. Al final 3-3; uno de los mejores partidos que he visto en mi vida.

Pues ese público es el que me he reencontrado 37 años más tardes. Agresivo con el trío arbitral y con los jugadores del Betis; un público con animadversión a todo lo que tenga relación con Sevilla. Pero el viaje merecía la pena. Vuelta a Los Cármenes nuevos, con mi hijo y con mí tío; el que me invitó a los otros partidos. Marco precioso, estadio coqueto al que daban colorido ambas aficiones, que lo llenaban hasta la bandera.

El Betis hizo una primera parte aceptable; con dominio total pero sin rematar; arrinconó al Granada en su terreno. Murmullos, no exentos de admiración o de envidia, de los granadinos vecinos de localidad, con el juego verdiblanco. Al descanso, el Betis ganaba el partido a los puntos.

Pero en dos contragolpes en los inicios de la segunda parte el Granada dejó KO al Betis. Los blanquirrojos cogieron la espalda a la defensa bética y los mandaron a la lona. Los goles muy similares. Saque del portero en largo; balón a Dani Benitez en la banda junto a la línea de separación del campo; pasa a Geijo y gol. El tercero en fuera de juego. El Betis groggy y pidiendo la hora. ¡Qué larga se me ha hecho la última media hora!.

Lo mejor, la fiel hinchada bética, desplazada en masa, que tomó Granada y tiño de verde desde la Alambra hasta Sierra Nevada. Cuando su equipo perdía por tres goles y los granadinos oleaban a los suyo en toda la Vega solo se oía “Te quiero Betis …”.

La copa ha dejado resaca. Esperemos que pase pronto, porque nos encontramos en el momento más delicado desde que empezó la temporada. ¡Qué paradoja! que cuando ha llegado la paz, o al menos la tregua social, llegan también los problemas deportivos.

Libero.

jueves, 20 de enero de 2011

Copa del Rey. Betis 3-1 Barcelona. Eliminado con la cabeza muy alta

Partido de vuelta de cuartos de la Copa del Rey, con la eliminatoria resuelta en la ida.

El Betis no tenía nada que perder y mucho que ganar. El equipo de Pepe Mel (¡qué bueno que viniste!) saltó al terreno de juego con mucha casta y coraje.

En el minuto dos del primer tiempo una lucha de Pereira provoca una falta peligrosa. Salva Sevilla la pone en el corazón del área para que Jorge Molina marcase el primer gol del partido.

Cinco minutos más tarde, gran pase del canterano Ezequiel a Molina y gol. 2-0.La afición bética celebraba el gol por todo lo alto. Siete minuto y dos goles. La esperanza de la remontada estaba ahí. Solo había que ver las caras de algunos aficionados, niños con la sonrisa de oreja a oreja.

El equipo verdiblanco planteó un gran primer tiempo. Presionando al rival y recuperando balones.

A diez minutos para el final en un contraataque del Barcelona, Messi hace el 2-1, Isidoro no pudo evitarlo.

La machada se ponía más complicada, pero el Benito Villamarín era una fiesta. La afición no paraba de animar.

El Betis no se derrumbó y al borde del descanso, un rechace lo aprovecha Arzu, para hacer el tercer gol bético.

El campo se caía. El Betis estaba eliminado pero se estaba jugando a un gran nivel, contra un rival que para muchos es "invencible".

La segunda mitad no tuvo más goles. El Barcelona llegaba pero las buenas actuaciones de Belenguer, Roversio, Isidoro, impedían el gol culé.

A los siete minutos de la reanudación, el colegiado píta un penalti más que dudoso para el Barcelona. El ruido y los pitos sonaban en el Villamarín cuando Messi iba a tirar el penalti. Tira y falla.

Un buen planteamiento defensivo del Betis provoca que el encuentro termine con una victoria.

El Betis estaba fuera de la Copa del Rey, pero había conseguido ganar al "todopoderoso Barça de Pep". Con casta, coraje y muchos... se le puede ganar al Barcelona de Messi y compañia. Comprobado queda.

Darle mi enhorabuena a la plantilla bética por el partido, y como no, a Pepe Mel (otra vez coreado por el público del Benito Villamarín).

Si tras el pitido final en la ida, los béticos nos sentíamos orgullosos, ahora mucho más.

Gracias por la remontada contra el Salamanca. Gracias por la clasificación en Granada en los penaltis. Gracias por la remontada en Zaragoza. Gracias por el regalo de Reyes. Y mil gracias por echar coraje, valor y casta para jugarle al Barcelona de tú a tú 180 minutos y conseguir una victoria en nuestro estadio.

Ahora a centrase en nuestro objetivo, la vuelta a la Primera División

Jaime Sánchez

miércoles, 19 de enero de 2011

Oliver le pasaba al Betis hasta los gastos de tintorería


El saqueo del Betis (yIII), por Santiago Salas, edición impresa del Diario El Mundo (19/1/11)

«Ni una comida le he costado yo al club». La frase la lanzó el lunes, voz en grito y mano en pecho, uno de los últimos cómplices que Luis Oliver reclutó para su directiva como figurante. Lo mismo subrayó él: «Yo rompía hasta las facturas de los restaurantes». Pero la apreciación no es, digamos, del todo exacta.

Un vistazo a las facturas de Oliver, a las que ha tenido acceso EL MUNDO, da para sacar dos conclusiones. Que el gasto en viajes y hoteles es, igual que el número de personajes desconocidos a los que se les atribuyen, desorbitado. Y que no se perdonaba nada. Ni el servicio de tintorería en los hoteles, ni siquiera cinco euros gastados en un desplazamiento. Nada.

'TODO INCLUIDO'

Hoteles cuatro estrellas, tinte y las dietas de Orión y Bucero. Oliver era generoso con sus congéneres. Hoteles de cuatro estrellas, comidas y hasta tintorería para los trajes. Así lo refleja una factura de 4 de octubre, por valor de 1.800,09 euros y en la que no se identifica (como en la mayoría) al beneficiario: «Alojamiento, desayuno y tintorería» pagados en el hotel de una conocida cadena.

En el caso de los empleados de Orion, la consultora de cabecera de Oliver que metió en el club, se trata de gastos añadidos no incluidos en sus honorarios de 35.000 euros al mes. Su plantilla copa las facturas más gordas. Le pasaron al Betis, por ejemplo, 2.760,48 euros el 15 de septiembre, y 3.923,72 euros el día 7 en dietas. Los cargos durante julio, agosto y septiembre son casi diarios.

Otra falsedad. Oliver dijo que Carlos Bucero, secretario técnico fantasma del Betis, salió gratis al club. Pero varios gastos son suyos: el 18 de agosto cargó, por ejemplo 1.122 por «alojamiento y desayuno».

DESPLAZAMIENTOS

AVE en Preferente para todos... camuflados como gastos de cantera. No sólo Oliver iba a Madrid con desenfadada frecuencia. También toda su cohorte, entre la que se identifican los nombres de Isabel Escrig, Sergio de Benito o Diana Claros en una remesa de cuatro billetes en Preferente que costó 750,31 euros. El rastro de alguno de ellos, en especial el de De Benito, representante de Orion, se repite numerosas veces en la montaña de cargos presentados al club. Lo más curioso es que todos esos billetes de tren estaban camuflados bajo la justificación de «gastos del segundo equipo».

Otros recibos no delataban tantos lujos. Oliver no tuvo reparos en cargar «5,5 » el 4 de agosto. Es la más curiosa de otra abultada partida de facturas por «celebraciones de asambleas» inexistentes.

TELÉFONO

Casi 5.000 euros en llamadas en agosto y septiembre. Factura del 1 de septiembre, que refleja los gastos telefónicos en agosto, el primer mes que completó Oliver en el Betis: 2.086 euros. Se ve que el susto de la suma no debió reprimir en exceso la incontinencia verbal de Oliver y sus hombres: al mes siguiente, el recibo aumentó: 2.571,67. Por supuesto, el Betis corría a cargo con todo este gasto, no sólo de empleados del club, sino de la gente de Oliver y las empresas satélites, caso de Orion.

PAGOS FANTASMAS

«No sabemos a qué se refieren con lo de 120.000 euros sin justificar». El vicepresidente Bosch denunció ante la prensa la existencia de varias facturas por valor de 120.000 euros sin mayor justificante.
Vergara, segundo de Oliver, es esta vez quien replica. «Desconozco a qué se refiere». E inventa una salida: «Será que llegamos a un acuerdo con la plantilla para (pagarles y) pactar los problemas de pagos para que no denunciaran ante la AFE».

Lo que pasa es que los jugadores sí que han reclamado ante la AFE.

IN MEMORIAM

4.400 euros en «canapés y copas» al día siguiente de morir Porrúa. Entre los gastos cargados al Betis por Oliver hay de todo. Por supuesto, también copiosas comidas. Sólo el 2 de noviembre se llegaron a pasar ocho facturas de «catering y copas» por 4.426 . Una macabra coincidencia: el día antes había fallecido el administrador judicial Juan Gómez Porrúa.

sábado, 15 de enero de 2011

Betis 3-0 Alcorcón. La Copa no dejó resaca


Afortunadamente, la Copa no dejó resaca. El de hoy era un partido peligroso, aunque el Alcorcón fuese, a priori, un rival débil. El peligro traía causa del cansancio del partido del miércoles en el Camp Nou, y de las innumerables bajas que la Copa ha dejado en el Betis. Las de Iriney, Beñat, Emaná y Dorado eran como para preocuparse razonablemente. Sin embargo, los que suplieron a los titulares habituales, en general, hicieron bien su tarea: muy bien Arzu, que con Salva Sevilla, llevó la dirección del equipo. Bien Miki Roqué, que se ha consolidado en la defensa y que a la salida de un corner muy bien lanzado por Salva Sevilla, marcó el gol de la tranquilidad; Ezequiel a más, y con una entrega encomiable; ha superado el despiste de los primeros partidos. No se puede decir lo mismo de Israel que está desaprovechando sus oportunidades.

A pesar de la contundencia del resultado, el partido no fue fácil. El Alcorcón, romo en ataque, planteó una defensa muy ordenada, con una presión muy arriba, que se le atragantó al equipo verdiblanco, que hacía un juego muy lento y previsible.

No obstante, poco a poco, las jugadas de cierto peligro fueron llegando, aunque el linier de la banda de fondo, las iba dejando sin efecto, a base de señalar offside, sobre todo a Jorge Molina. Era cuestión de tiempo. Y al filo del descanso llegó el 1-0, de penalti lanzado por Rubén Castro.

En la segunda parte, el Alcorcón se fue hacia delante, y salvo en algunos minutos de despiste que hicieron acordarnos del día del Nastic, los verdiblancos, apoyados en todo momento por el público, contragolpeaban de tal manera que el segundo gol se veía venir.

Así ocurrió hacia el minuto setenta y siete. Pereira había ingresado en el terreno de juego tras su larga lesión. Estaba entregado con el equipo, luchando en defensa; incisivo en ataque; y en un rápido contragolpe, tras pared con Rubén Castro, Pereira (más potencia de fuego para Pepe Mel) marcó el 2-0. Después el gol de Roqué, alguna buena parada de Goitia y el Betis campeón de invierno.

Se cierra la primera vuelta en Villamarín con 46 puntos, con la visita próxima a Villarreal, en la que se puede aumentar dicha puntuación, para finalizar este firme y seguro caminar del Betis, bien dirigido por Mel (hoy coreado por el público) que no solo ha sabido sacar partido de los buenos mimbres que tenía (hay que reconocer que quien aconsejó los fichajes acertó plenamente), sino que ha sacado a flote a jugadores que están dando un juego que no podíamos esperar.

Todo ello hace que las esperanzas de ascenso sean cada día más sólidas

Libero.

lunes, 10 de enero de 2011

Huesca 1-1 Betis. Un punto y gracias.

Primer partido tras la alegría del pase a cuartos de la Copa del Rey, que enfrentaba a un Betis muy mermado por las bajas, ante un Huesca que llevaba varios partidos sin perder en su casa.

El equipo de Pepe Mel saltó al campo con un once nuevo, Arzu entró por Dorado, Israel por Emaná y Juande por Salva Sevilla.

En la primera mitad el Betis fue el que manejó el encuentro, teniendo algunas que otras ocasiones para adelantarse en el marcador, por ejemplo la de Beñat a los diez minutos.

El Huesca se plantó bien en el campo y paró al Betis a base de faltas, demasiadas en tan solo cuarenta y cinco minutos. Estos parones no permitían al Betis desplegar su fútbol, lo que provocó llegar al descanso con empate a cero.

En la segunda mitad el partido cambió radicalmente, ahora era el Huesca el que atacaba y tenía las oportunidades para adelantarse en el marcador. El esfuerzo realizado por los de Onésimo tuvo su recompensa a los cincuenta y dos minutos, en un pase de Arzu a Nacho que se quedó corto, lo aprovechó el Huesca para batir a Goitia.

El partido se ponía muy feo, el Betis tenía que remontar ante un rival que iba a retrasar sus filas.

Poco duró la alegría de los locales, a los cuatro minutos en una contra, Israel centró un buen balón al segundo palo y gol de Arzu. El canterano arregló su fallo consiguiendo el empate.

El resto del partido se ponía muy gris por las llegadas del Huesca al área que defendía el portero bético, y en algunas de esas podían resolver el partido.

El transcurso de la segunda mitad, me recordó al partido del Cartagena, en el que el Betis se dejó los tres puntos en los últimos minutos. Pero no, en esta ocasión el Betis supo mantener el resultado y dar por bueno un punto que se estaba poniendo muy caro.

Tras el final del partido hay que sacar una conclusión. La pieza clave de este Betis es sin lugar a dudas, el almeriense Salva Sevilla, su visión de juego es insustituible.

Ahora hay que conseguir que Salva se recupere y esté en perfectas condiciones para el partido contra el Alcorcón. No hay que forzarlo para el partido del Barcelona si no está en plenas facultades.

Que el partido contra el Barcelona sea para disfrutar y no para tener más bajas importantes.

Jaime Sánchez.

jueves, 6 de enero de 2011

Copa del Rey. Getafe 1-3 Betis. ¡Qué regalo de Reyes!




Aunque en mi anterior comentario dije que me olvidaba de Getafe, a la hora de la verdad, no me resistí a presenciar el partido del Coliseum Alfonso Pérez, en esta mañana del día de Reyes.

Según una tradición, los Magos de Oriente, que al parecer no eran reyes aunque así los llamemos, eran nabateos, cuyo pueblo tenía la capital en la monumental Petra; obra de arte incomparable.

Pues bien, en el día de la Epifanía, los Reyes Magos nos han dejado de regalo una obra de arte futbolística. En efecto, el regalo ha no ha sido la victoria ante el Getafe; ni siquiera el pase a cuartos de final de la Copa; ni tampoco la visita del Barcelona. El regalo ha sido el juego desarrollado por el Betis ante el equipo que está en el puesto séptimo de la clasificación de Primera División.

Los Reyes nos han dejado mucho oro: el del juego del equipo verdiblanco en la mayor parte del partido; con una defensa sólida (bien Casto, muy bien Dorado, Isidoro y Nacho; bien Roqué) y segura; con un ataque demoledor y con un centro del campo inconmensurable (Iriney, Beñat, y Emaná, notables; Salva Sevilla, sobresaliente) que ha borrado del terreno de juego al equipo azulino de principio a fin.

Los Magos nos han dejado incienso en grandes cantidades, el de las alabanzas que se merecen los jugadores verdiblancos por su extraordinario juego y efectividad.

Los Reyes Magos nos han dejado mirra, pero muy poca, pues no han llegado a quince los minutos de sufrimiento, que han sido aquellos en que ha apretado el equipo de Michel.

Ya dijimos en nuestro comentario del partido de ida que el Betis no había desentonado ante un buen equipo de Primera. Hoy no es que no haya desentonado es que ha sido muy superior al tercer equipo de Madrid, en un derroche de técnica y trabajo.

Los Magos de Oriente tuvieron una fe inquebrantable al seguir la estrella que les guiaba hacia el Niño que había nacido en Belén. Una fe en su estrella, en sus posibilidades, en su juego, han demostrado desde el minuto uno hasta el pitido final los hombres de Mel, que han demostrado ser un equipo de Primera. Ahora lo que hace falta es confirmarlo en los próximos meses; lo que se debe producir, si las lesiones y las causas extradeportivas no lo impiden.

Es difícil, e incluso injusto, destacar a algún jugador, ya que todos han contribuido al mejor partido verdiblanco de la temporada, pero dada la fiesta del día hay que designar, sin duda, a Jorge Molina como el mensajero real y como los tres reyes a Salva Sevilla (¿cómo este pedazo de jugador no ha debutado aún en Primera?), Rubén Castro (¡vaya goles!, ¡vaya temporada! de esta victima de las manías de algún entrenador) y Beñat.

Ahora, aunque sea reiterativo, a olvidarse del regalo de Reyes y conquistar Huesca.

Libero.