martes, 22 de febrero de 2011

Valladolid 1-0 Betis. En caída libre...

Quinta derrota consecutiva del Betis, esta vez contra el Valladolid. Nos fue imposible ver el encuentro, por lo tanto no podemos realizar la crónica esta jornada. Pero eso no nos impide hacernos la siguiente pregunta: ¿Qué le pasa al Betis? ¿Todavía está afectando la Copa del Rey?

La situación es más que preocupante. ¿Se les ha podido olvidar jugar al fútbol a estos jugadores, que en la primera vuelta arrasaban allá por donde iban? ¿Se les ha podido olvidar correr y armarse de casta y coraje para remontar cuando se iba perdiendo?

La causa de esta quinta derrota consecutiva es un gran bajón de moral que asusta a cualquiera. Un portero inseguro que no sabe salir en el momento adecuado y comete errores garrafales que provocan goles en contra. Una defensa que hace aguas en ciertas ocasiones, al contrario que al principio de temporada, la cual era una gran muralla a la que costaba superar.

Un centro del campo perdido, sin ideas, fluidez y frescura. Iriney no puede hacerlo todo, recuperar balones, bajar a defender… se agota físicamente. Salva no está tan fino como al principio de temporada, aunque más de una vez lo hemos visto correr como pollo sin cabeza para coger balones. Últimamente el damnificado cuando las cosas no van bien, es Beñat, un jugador que tiene que estar en el césped, puede ayudar a Iriney y a su vez crear juego, algo que parece que se ha olvidado.

Una delantera que no puede hacer mucho si el centro del campo está muerto. Rubén Castro está aislado arriba, como si en un desierto se encontrase. En cuanto a Molina, está lento y un poco torpe, un jugador de su estatura tendría que llevarse los balones por alto, cosa que no sucede.

¿Cuál es la solución para que estos jugadores vuelvan a demostrar lo que saben hacer como ya vimos en la primera vuelta?

Me niego rotundamente a creer los rumores que circulan por prensa, radio y aficionados. Ese rumor de no ganan porque no hay primas. Decir esto, perjudica al club y jugadores. Yo confío en la profesionalidad de los jugadores que visten la camiseta del Real Betis, de no ser así, apaga la luz y vámonos.

Los aficionados ya se están cansando y se temen lo peor, y como todos sabemos siempre hay algunos que quieren solucionar el problema a su manera. Con esto me quiero referir, y lo sé de buena mano, que un número muy reducido de aficionados béticos van a acudir a la ciudad deportiva Luis del Sol en un entrenamiento, tal vez esta semana o la siguiente, si se vuelve a perder, con la idea de gritar, abuchear e insultar a los jugadores. Como ya ocurrió un 11 de Mayo del 2009, en el que varios aficionados béticos tiraron huevos a varios jugadores tras la salida del entrenamiento.

Esta no debe ser la solución al problema, si cuatro gatos hacen eso, van a contribuir a que el bache se acentúe y vaya a peor.

¿Se dice por ahí y muchos béticos presumen de ser la mejor afición del mundo, no?

Pues dudo mucho que la mejor afición del mundo hiciera eso. La solución es animar el domingo, aunque nos fastidie la actitud en el campo. Y si al final del partido la imagen mostrada ha sido igual de desastrosa que las últimas cinco jornada, pitar, pero únicamente al final del partido. En el campo solo animar y arropar a los jugadores, como se hizo en el partido del Elche, en la que la actitud de la afición fue sobresaliente.

En cuanto a un cambio de entrenador puede salir mal y allá por junio arrepentirnos. Por lo es mejor no cambiar nada y tener confianza en Pepe Mel.

Jaime Sánchez.

domingo, 13 de febrero de 2011

Betis 1-4 Elche. ¡Increible!

Si hace un mes me dice alguien que el Betis iba a pasar los momentos que está pasando ahora, lo habría tomado por loco; habría dicho que eso era imposible. Sin embargo, es una triste realidad que el Real Betis se encuentra sumido en una profunda crisis, tras ser derrotado en los últimos cuatro partidos jugados.

Y lo peor no son las cuatro derrotas consecutivas, sino la imagen que el equipo ha dejado. Falta de fondo físico y crisis de pánico.

La segunda parte de Granada ha dejado más secuelas de las que nos podíamos imaginar. A partir de ese momento, apareció la falta de fuerza, que se notó más contra el Recre y ha sido ostensible hasta cotas insospechadas ante el Elche. Salvo Iriney, que no da a basto, y Salva Sevilla, que no es lo suyo, nadie presiona, y los rivales llegan con facilidad. A partir de ahí ha aparecido la impotencia y la falta de seguridad, cuando no el miedo. En esa inseguridad radica el fallo de Roqué que costó el primer gol de los ilicitanos.

A partir de ahí se agravó la impotencia, el quiero y no puedo. En suma, se agudiza el problema mental que aqueja a los jugadores del Betis. Ese problema se agravó con el penalti fallado por Emaná que pudo ser el empate. Y para agravar más la situación Goitia cerca del descanso hizo la estatua, y subió el segundo gol ilicitano al marcador.

El equipo salió con ganas tras el descanso, pero pronto acabó con ellas Goitia en un fallo garrafal, producto de su indecisión. No es el primero que encaja así esta temporada. Ahí acabó todo. El martirio de los cuarenta minutos restantes es inenarrable. Solo el gol de Molina, la inferioridad numérica en que quedó el Elche y la desesperación de los verdiblancos hicieron concebir alguna esperanza, que el tiempo fue apagando y que, de nuevo, Goitia extinguió, con otro fallo. El Betis regaló el partido. Cada gol del Elche vino precedido de un regalo bético.

El público estuvo excepcional.

A ver que nos depara Valladolid, pero, la verdad, es que la situación es preocupante con unos jugadores a los que parece que se les ha olvidado todo el fútbol que tenían en su cabeza y en sus botas.

Libero.




domingo, 6 de febrero de 2011

Betis 0-1 Recreativo. Que no cunda el pánico

Duro castigo para el peor Betis de la temporada. En efecto, duro ha sido el castigo, pues han volado tres puntos del Villamarín, se ha perdido el liderato por primera vez en la temporada, y mañana lunes puede quedar fuera de las plazas de ascenso directo.

El Betis ha jugado, desde el principio muy mal, sin garra, con lentitud exasperante, con un juego previsible, ante un Recre muy flojo, pero que con solo apretar un poco en la salida del balón, con una defensa ordenada y con parar el juego a base de faltas, ha ido poniendo nervioso al equipo verdiblanco. Si a ello se añade que el Betis no presionaba a los onubenses, y los dejaba llegar sueltos, en las escasas ocasiones en que lo intentaban, a las inmediaciones del área, se explica uno el empate con que llegó al descanso, pues además Rubén Castro (preocupante su bajón de juego y de olfato goleador) falló dos clarísimas ocasiones, solo ante el portero.

Las expectativas no eran halagüeñas de cara a la segunda parte.

Tras la reanudación las cosas siguieron igual o peor, pues el Recre cada vez se iba acercan cada vez más y con más facilidades. Mientras, el Betis con escaso juego; nada por las bandas (¡qué partido el de Nacho!) y con casi nula implicación del equipo a lo hora de bajar y defender.

Así se llegó al minuto sesenta. Una vez más falta de colaboración defensiva y (no hay peor cuña que la de la misma madera) gol de Dani.

A partir de ahí, desesperación, poco quiero y nada puedo. Es increíble, pero a estos hombres que ganaron al Barcelona, se les han fundido los plomos. Que llamen pronto al electricista.

Hay que confiar en ellos porque estos futbolistas tienen fútbol en sus botas. Hay que tener confianza en ellos y quien los dirige. Pero el partido del próximo sábado ante el Elche es vital. Que no cunda el pánico, y el beticismo a animar y volcarse con su equipo. Ahora más que nunca, ¡todos a una!

Libero.