domingo, 10 de julio de 2011

El sueño hecho realidad.


Se me vienen a la memoria algunos recuerdos de la Selección Española en los Mundiales El primero en el Mundial de Francia 98, y aquel fallo de Zubizarreta ante Nigeria.

La siguiente imagen que me viene a la retina fue aquel robo contra Corea del Sur en cuartos de final, en el que Al-Ghandour anuló dos goles legales, uno a Baraja y el otro a Morientes tras un centro precioso de Joaquín. Volvimos a caer como siempre, esta vez de penalti (5-4) con fallo del portuense Joaquín Sánchez. Nos íbamos a casa como siempre, pero esta vez con caras de tontos, porque soñábamos que esta vez sí podía ser…

El Mundial de Alemania fue otra de tantas decepciones, en la que caímos en octavos contra la Francia de Zidane, tras ir ganando con gol de Villa.

Pero la historia nos tenía guardada una bonita sorpresa….

La Selección española estaba ante un nuevo reto. Volver a jugar un Mundial ¿y por qué no tener fe y esperanza de ganar? La ilusión siempre ha estado latente, aunque esta vez era mayor, veníamos de ser Campeones de Europa.

Del Bosque dio la lista de convocados que a partir del 11 de julio quedó grabada con letras de oro en la historia de España.

Porteros: Casillas, Reina y Valdés.

Defensas: Sergio Ramos, Piqué, Puyol, Capdevilla, Arbeloa, Marchena y Albiol.

Centrocampistas: Xavi, Cesc, Javi Martínez, Xabi Alonso, Andrés Iniesta, Busquets, Silva, Navas, Mata y Pedrito

Delanteros: David Villa, Fernando Torres y Llorente.

Tras la conquista de la Eurocopa, teníamos el cartel de favoritos. El grupo H estaba formado por Chile, Honduras, Suiza y España.

El Mundial comenzó el 11 de junio, pero no debutaríamos hasta el 16.

El primer partido fue contra Suiza. España jugó un buen partido, pero faltó el gol. Los suizos ganaron el partido y algunos se temían lo peor… ¿La España de siempre? Jugamos como nunca y perdemos como siempre. Aquellos eran los titulares el día después de la derrota.

Pero estos 23 futbolistas no se desanimaron y creyeron en su grandísima calidad y juego.

El siguiente partido era contra Honduras y había que ganar a toda costa, y así fue. David Villa marcó en dos ocasiones. Se consiguió la victoria psicológica, y desde aquel partido, solo supimos ganar…

El tercer partido de grupo fue contra Chile, en el 7 de España, volvió a marcar un gol. Ganamos 2-1 y el que marcó el segundo gol fue Andrés Iniesta, un jugador que será recordado por siempre por todos los españoles.

Quedaban tres partidos para llegar a la gran final, con la que todos hemos soñado alguna vez…

El 29 de junio a las 20:30 nos enfrentábamos a nuestros vecinos portugueses, equipo liderado por Cristiano Ronaldo, pero ni el portugués pudo con estos magníficos jugadores. El gol tardó en llegar, pero en el minuto 63, Villa, quien sino, nos dio la victoria, y el pase a cuartos.

Los cuartos… Volvíamos a jugar unos cuartos, pero como ya pasó en la Eurocopa del 2008, rompimos el gafe, contra Italia y en los penaltis.

Paraguay era el rival antes de llegar a semifinales. Vaya segunda parte…

Como es costumbre y siempre lo será, fui a un bar con unos amigos. Recuerdo que en ese bar vimos todos los partidos de la Eurocopa de Austria y Suiza, excepto la final. Y aunque no soy para nada supersticioso, todos los partidos del Mundial los vi allí, menos el partido contra Suiza (eso era una señal, lo vi en otro lado y se perdió…) y la final.

La segunda parte estuvo llena de nervios, hubo tres penaltis…

Carlos Batres pitó el primero en contra de la selección, pero bajo los palos se encontraba Iker Casillas. El santo salió como hace en las noches importantes y le paró el penalti a Cardozo, la cara del paraguayo era un poema, y a los pocos minutos, penalti a favor de España. Lo metió Xabi Alonso, pero tuvo que repetirlo y en esa segunda ocasión lo falló.

La desesperación se apoderaba de todos los españoles.

A falta de 7 minutos del final, volvió a aparecer Villa, tras dos palos en la misma jugada, el balón acabó entrando. En ese momento todos nos levantamos y liberamos esa tensión que llevábamos dentro. Por primera vez España iba a jugar unas semifinales de un Mundial.

Desde que sonó el himno en el partido contra Suiza hasta el partido de semifinales y al ver tan cerca la ansiada final, los pelos se me pusieron de punta y la carne de gallina. Soñar era gratis y estábamos a un paso de jugar el partido en el que siempre hemos visto a Brasil, Italia, Francia… El rival era Alemania, nos volvíamos a enfrentar a la gran selección entrenada por Löw, a la que ganamos hacia dos años en la Eurocopa.

La frase de Gary Lineker “El fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan once contra once, y siempre gana Alemania", no fue así esta vez.

Fue un partido intenso, en el que a pesar de ser mejores, no nos podíamos confiar porque enfrente estaba un rival de altura. El gol podía llegar en cualquier momento, pero se resistía, hasta que en un córner llegó…

Todavía recuerdo las palabras de Paco González: “Lo diré para que pase lo contrario ¿Meteros algún día un gol de córner? Yo creo que no, a ver si pasa ahora”.

Xavi puso un centro perfecto, y ahí apareció Puyol, que saltó más que nadie, incluso más que Pique, lleno de casta, valor y coraje, remató de cabeza un balón que acabó dentro de la red, era el gol que nos metía en la final.

Fue un gol precioso. Puyol liberó toda la rabia con ese remate espectacular, y la alegría se apoderó de todos los españoles. Por primera vez íbamos a jugar la final de un Mundial.

Y el 11 de julio llegó. Ese día rompí la tradición y no vi el partido en el bar, lo vi con mi padre, al igual que la final de la Eurocopa.

El anuncio de Mahou tuvo mucho que ver, y al verlo ya sabía que lo vería con él.

“Elige con el corazón, donde, como y con quien vas a ver el partido, porque esta vez lo vamos a recordar toda la vida…”

Desde primera hora de aquel grandioso 11 de julio, los nervios ya recorrían mi cuerpo. A falta de unas horas íbamos a vivir un momento que jamás se nos iba a olvidar, una final de un Mundial. Tras ver años tras años los fracasos de la selección, el sueño estaba muy cerca…

Solo tengo un recuerdo de ese día, un recuerdo de 120 minutos de angustia, tensión, nerviosismo, y unas horas de alegría y satisfacción.

El juego que nos había llevado hasta la final, volvió a aparecer. Ocasión tras ocasión y las oportunidades de Cesc, Pedrito, Ramos, Navas… que lo intentaban una y otra vez, pero el gol no llegaba.

El juego de los holandeses era sucio y rastrero, solo hay que recordar la terrorífica entrada de Nigel De Jong a Xabi Alonso.

Los holandeses tuvieron oportunidades, la más peligrosa, en la que Robben se encuentra solo, y el único obstáculo antes de llegar a la portería, era Iker Casillas. Esos segundos que duraron la carrera de Robben, sentí el corazón en un puño. Pero de repente, cuando parecía que los holandeses iban a abrir el marcador, apareció la luz, el Santo volvió a aparecer, salvando el gol con el pie. La parada se celebró como si de un gol se tratase.

Las finales están para ganarlas, y España se merecía ganar, no solo por la final, sino por todo su juego a lo largo del Mundial.

Webber intentó hacer de Al-Ghandour, pero esta vez ganamos el pulso.

Corría el minuto 115 y 35 segundos, Navas se hace una carrera de 20 metros, se choca con un rival y se produce un rechace que le llega a Andrés Iniesta que le da de tacón para Fábregas. Cesc se la devuelve a Navas, y éste se la pasa a Torres que estaba abierto en banda. Fernando se la intentó enviar a Andrés, pero van der Vaart la rechaza y el balón le cae a Cesc Fábregas, que le manda un pase en diagonal a Iniesta, que tras controlarla, metió el gol de la final. El gol de todos. El gol que nos proclamaba Campeones del Mundo.

Aquel momento no se me olvidará jamás. Ese grito de gol, ha sido el que he chillado con más fuerza en toda mi vida. Tras ver la pelota dentro de la red, las lágrimas inundaron mis ojos, me abrace con mis padres y mi hermana. Fue un momento para recordar, porque España estaba a tres minutos de ser Campeona, y tras el pitido del árbitro, el sueño se hizo realidad

Ver a los jugadores de la Selección Española levantando la Copa del Mundo ya no era una imagen de un sueño, era una realidad.

¡¡Éramos los CAMPEONES DEL MUNDO!!


Jaime Sánchez

5 comentarios:

  1. ¡¡¡ EL DIA FUE INOLVIDABLE....no solo el dia de la final...sino todo el campeonato en sí....vaya partidazo contra Alemania....para mí el mejor que hicimos en el Mundial.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Ya te he añadido a mi lista de blogs crack y tb me hize seguidor tuyo.Un saludo desde lahinchadamorada.blogspot.com

    ResponderEliminar
  3. Se lo paso uno en grande eso es verdad , pero jaime , nada mas abrir tu blog y ver al Joaquin ............yo que soy anti-joaquin.... ofu artista jejeje ¡¡¡ saludos ¡¡¡

    ResponderEliminar
  4. Jose sigo sin entender tu anti-joaquin... jeje
    En cuanto al 11 de Julio... GRANDIOSO!! :D

    ResponderEliminar
  5. Vaya campeonato. Después del primer partido contra Suiza la ilusión que nos había dado esta selección parecía que se había esfumado. Al final y por una vez en la vida, el fútbol hizo justicia y encumbró a nuestra selección a lo más alto del Olimpio futbolístico. QUE DÍA MÁS GRANDE ...

    ResponderEliminar