lunes, 22 de abril de 2013

Madrid 3-1 Betis. Las oportunidades pérdidas




Varias han sido las oportunidades que el Betis ha perdido hoy en el Santiago Bernabeu.
La primera y principal es la de haber dejado pasar la ocasión de haber obtenido un resultado positivo ante un equipo merengue plagado de suplentes y cuyos jugadores jugaron a medio gas y a ráfagas, salvo el insaciable Cristiano (para mí Ronaldo solo hubo uno) que no sabe lo que es jugar sin entregarse a tope y sin buscar golear al rival.

Ello ha ocurrido porque el Betis ha estado reservón gran parte del partido, temeroso, como si hubiera ido a Madrid a intentar no salir goleado en lugar de a sacar algo positivo. Hasta que en la segunda parte, cuando empezó a apreciarse el resultado de la entrada de Jorge Molina, los hombres de Mel, a pesar de ir con dos goles de desventaja (el primero poco antes del descanso por un error de Paulao al deshacer el fuera dejuelo; y el segundo en una contra letal en los primeros minutos de la segunda parte) se han dado cuenta de que podrían lograr algo. A ello ha contribuido el gol marcado de penalti por Jorge Molina. A partir de ahí los verdiblancos se han lanzado a buscar, al menos el empate, tarea en la que han destacado en especial Chica, Beñat, Rubén Pérez y Molina. Y así llegan las otras oportunidades perdidas, las causantes de la citada al principio, entre las que destacan el tiro al palo de Rubén Castro en los últimos instantes de partido, cayendo el balón a los pies de Pabón que no fue capaz de empujarlo a la red.

Acto seguido la sentencia; Albiol inicia otra contra mortal que culmina el “Pipita” Higuain, finiquitando un partido, en el que el Betis, a pesar de no desentonar, continúa su larga sequía en el coliseo merengue.



Libero

jueves, 11 de abril de 2013

¿Qué hay de nuevo viejo amigo?



¿Qué hay de nuevo viejo amigo? Más de un año sin verte por estos lares y ya veo que no has fallado a tu cita. Ni te imaginas cómo estaba el barrio recordándote, esperándote, añorándote. Gracias por volver de nuevo por nuestro humilde estadio, ya ves, por aquí nada ha cambiado, seguimos fieles a nuestros colores. ¿Que si llevamos tiempo soñando contigo? Casi cinco meses. Cinco como las vergüenzas que desde Noviembre nos hicieron quererte pronto con nosotros. Bálsamo que cura mis heridas, lo eres todo y lo eres nada. Bienvenido a casa, amado derbi.

Derbi escrito con ‘D’ de determinación, la que no nos va a faltar para cantarte a pleno pulmón de qué colores se viste Sevilla. Para expresarte al oído, como solo nosotros sabemos hacer, que ser del Betis está por encima de todas las cosas; ‘D’ de decisión en nuestra fidelidad, jamás entendida por barrios donde si ganas lo eres todo, y si no lo haces no eres nada; ‘D’ de dentelladas de ilusión, de décadas de historia, de derroche de pasión, de decenios de futuro.

Derbi escrito con ‘E’ de energía, como la voz del aficionado que llegará a casa ronco. Como el corazón, las piernas y el sentimiento de nuestros once guerreros que no dejarán que nadie nos pisotee en el campo; ‘E’ de éxito, como sus mejores tardes de gloria, esas que solo él sabe darnos cuando se viste de Curro y torea al más bravo oponente; ‘E’ de empeño, de enamoramiento, de mil cosas sentidas al ver sus colores en un simple terreno de juego.

Derbi escrito con ‘R’ de rabia, la que derrocharán nuestras trece barras verdiblancas, desde el más veterano aficionado hasta el más pequeño e imberbe amante de su idiosincrasia. Desde el minuto 1 hasta el final; ‘R’ de raza, cual envestida; ‘R de Ramos y de Romo, de recuerdos y de retinas que lo contemplaron en esas tardes para la historia.

Derbi escrito con ‘B’ de Betis, las cinco letras que manejan nuestra vida, nuestros sentimientos, nuestras palabras y nuestros corazones; ‘B’ de bravura, de belleza, de besos entre amigos festejando mil hazañas compartidas en el tiempo por la larga sombra de sus gestas.

Derbi escrito al fin y al cabo con esa ‘I’ de la ilusión de aquellos niños que aún llevamos dentro, y que movemos desde hace semanas, contando los días, las horas, los minutos, los segundos para volver a ver nuestro estandarte más preciado luchar por nuestra dignidad. ‘I’ de imaginación o de intensidad. De interminable, como los sueños de cada noche de Abril, que aderezados por los primeros grados de la primavera, embriagan los corazones de sus amantes.

Cinco letras, en definitiva, como esos cinco meses, como esas cinco razones, como esas cinco vergüenzas. Yo que tú no iba muy lejos, tenemos una cita pendiente, entra con nosotros y toma asiento, hay 50.000 personas que quieren decirte algo. ¿Te lo vas a perder?


           

Isaac Fuentes